No todos los héroes usan capa

Shriner de Aleppo cruza con orgullo la línea de meta del séptimo maratón de Boston

Shriner, corredor de maratón, médico, comandante de la Reserva del Ejército de EE. UU., filántropo, Flipz the Clown: estos son solo algunos de los roles por los que Howard R. Hernandez, MD, es conocido.

“La verdadera grandeza no es lo que logramos nosotros mismos, sino la grandeza que inspiramos en los demás.”

Son palabras que resumen el "por qué" de Hernández, palabras que a menudo comparte su entrenador de corredores de maratón, Rick Muhr.

Hernández, nacido en Filipinas, completó recientemente su séptimo maratón de Boston consecutivo. Cruzó la línea de meta vistiendo su uniforme del Ejército y portando una bandera estadounidense.

“Cuando cumplí 40 años, me comprometí a correr para tener buena salud y recaudar fondos para varias organizaciones benéficas”, dijo.

Hernández comenzó a correr en 2017 y no ha parado desde entonces.

“Siempre estoy listo para un desafío”, dijo. “Si puedo correr un maratón, puedo conquistar otros desafíos de la vida. Cuando me enfrento a los desafíos más difíciles e incluso a los fracasos de mi vida, confío en mis experiencias en el maratón de Boston y en lo que me han enseñado para sobrellevarlas. Salgo de cada carrera más dedicado, decidido y agradecido”.

Hernández también disfruta de la camaradería que implica correr maratones y poder recaudar fondos para obras de caridad mientras lo hace.

Convertirse en Shriner

En 2014, meses después de convertirse en masón, Hernández se convirtió en miembro de Shriners de Alepo en Wilmington, Massachusetts, para servir a su comunidad y brindar esperanza y curación a los niños. “Uno de mis lenguajes de amor es el servicio, que es lo que comparto con mis hermanos masónicos y sus familias”, dijo.

Hernández es muy activo en su capítulo local y en el Shrine Club, y ha servido a la fraternidad en varios roles de liderazgo. En 2020, se convirtió en miembro de la Junta de Gobierno de Shriners Children's Nueva Inglaterra , que dijo que es uno de sus mayores honores.

“Estoy agradecido de poder contribuir con el todo y con la misión de brindar diversión y compañerismo con un propósito”, dijo Hernández. “Creo en la resiliencia de un niño y el poder del juego en el contexto de la curación. ¡También vuelvo a ser un niño de corazón!”.

Equipado con un espíritu joven y juguetón, Hernández, también conocido como Flipz, es un Master Clown del Northeast Clown Institute (NCI), haciendo payasadas como Shriner desde 2015.

“La vida puede ser una lucha y, a veces, difícil”, dijo. “Me hice payaso para esparcir la risa. Creo que es muy especial anteponer las necesidades de un niño que está debilitado y que no se siente bien a las propias, y darle momentos de felicidad y alegría. Los empodera, y creo que esto ayuda en su proceso de curación y recuperación".

Compromiso con la curación y el servicio

Hernández ha dedicado su carrera a ayudar a niños y adolescentes como psiquiatra en ejercicio. “Soy un médico que trata de ayudar a los niños con sus problemas y sentimientos”, dijo. También proporciona psiquiatría intervencionista para adultos.

En 2020, Hernández se unió a la Reserva del Ejército de EE. UU., donde se desempeña como mayor. Actualmente se está preparando para su primer despliegue como Jefe de Salud del Comportamiento para nuestros soldados durante tres a seis meses.

“Me uní para servir y retribuir a la gente de este gran país a quien le debo mucho”, dijo.

Hernández espera con ansias su despliegue y espera que despierte algo en su carrera militar.

La alegría más grande de todas

Con una amplia variedad de logros admirables en su haber, Hernández dijo que convertirse en Shriner fue una de sus decisiones más importantes.

“Los shriners son familia”, dijo. “Unirme a Shriners ha sido la mejor decisión de mi vida. Es la oportunidad perfecta para dar, compartir y recibir amor. Y el amor, como sabemos, lo es todo. ¡Todo se trata de los niños!”

Con su fez rojo, nariz roja y bandera estadounidense, Hernández nos recuerda a todos que no todos los héroes usan capa.